CONGRESO INTERNACIONAL:
ESCRITURAS SILENCIADAS EN LA ÉPOCA DE CERVANTES. ALCALÁ DE HENARES
29 NOVIEMBRE-1 DICIEMBRE 2005
Ponencia:
CONCIENCIA HISTÓRICA A PROPÓSITO DEL BIBLIOCIDIO
EN EL AÑO CUATRICENTENARIO DEL QUIJOTE
Pascual Mora-García
ULA-Táchira
Academia de
RESUMEN
En el presente trabajo queremos presentar una performatividad de cultura silenciada: el bibliocidio. Hay dos formas de contar la historia de un libro, en este caso nos referimos al Libro Becerro de
Palabras claves: Bibliocidio, historia, cultura silenciada
“No es tolerable la sustitución de los sueños del Quijote por el ronquido de Sancho Panza.”
Mario Briceño-Iragorry, 1956)
Introducción.
En Venezuela ha sido Mario Briceño Iragorry (1897-1958) uno de los historiadores que más nos recordara la falta de conciencia histórica. En Mensaje sin destino (1951) nos alertaba que “creo haber escrito en alguna oportunidad que Venezuela, pese a su historia portentosa, resulta desde ciertos ángulos un pueblo anti-histórico, por cuanto nuestra gente no ha logrado asimilar su propia historia en forma tal que pueda hablarse de vivencias nacionales, uniformes y creadoras.” (Briceño-Iragorry, 1972: 32-33)
Esta advertencia quizá explique algunos de los acontecimientos que vive Venezuela en los últimos años. En particular, resulta una paradoja que en el año cuatricentenario de la publicación de la primera parte del Quijote sucediese el bibliocidio mayor, de la única pieza escrita en su lengua vernácula que conservábamos en la región andina tachirense desde el siglo XVII, el Libro Becerro de
El Libro Becerro de
Sin duda podemos decir que fue destruido, en parte, el libro arquetipal de la cultura gritense, y base documental fundamental para entender la evolución político territorial de la cultura tachirense; “todas las características sitúan al Libro Becerro en el estrato de las grandes representaciones colectivas, lo convierten en un monumento histórico: por eso es el Gran Libro de
Podemos identificar siete etapas antes de ser declarada
1. Gobernación del Espíritu Santo de
Para este estudio es fundamental el Libro Becerro de
I Parte.
El Bibliocidio en tiempo del Quijote y la analogía con el Libro Becerro.
No son pocos los episodios que recuerdan la historia en donde se haya mancillado la majestuosidad de la obra impresa, en el siglo XX se recuerda en especial, la noche de la quema de los libros escritos por judíos (1933) y la llamada “Noche de los Cristales”, conocida también como el Holocausto de los Libros (Munich,1938). Pero la narración pionera del bibliocidio en lengua castellana nos las proporcionó Miguel de Cervantes en el Quijote. La historia del mnemocidio cultural es narrada por Cervantes en el Capítulo V y VI, a propósito de “Donde se prosigue la narración de la desgracia de nuestro caballero”, y el "escrutinio que el cura y el barbero hicieron en la librería de nuestro ingenioso hidalgo", en donde fue sacrificado un centenar de libros por ser considerados "descomulgados libros…que bien merecen ser abrazados como si fuesen herejes." (Cervantes, 2004: 59)
Durante algún tiempo se pensó que los libros contenían espíritus malignos y que infundían maldad, esa impronta medieval fue heredada y recreada por Cervantes magistralmente. La biblioteca de don Quijote tenía una cantidad de cien libros, que para la época era considerable, formada por tres núcleos principales: libros de caballerías, novelas pastoriles y poesía heroica. La obra de fecha más tardía es El Pastor de Iberia, publicada en 1591; y es posible que los primeros capítulos del Quijote se escribieran en ese año. La locura de don Quijote fue atribuida a los libros, por eso fueron incinerados, y clausurada la sala de los libros: “¿Qué aposento o qué nada busca vuestra merced? Ya no hay aposento ni libros en esta casa, porque todo se lo llevó el mismo diablo.” (Cervantes, 71)
Hoy debemos confesar que el Santo Oficio de
El trabajo de Yariesa Lugo Marmignon nos anuncia la historia de un bibliocidio, para significar que no ha sido una casualidad, sino que la obra ha sido sometida “sobre un sumario de manipulaciones y contrahechuras y mutaciones intencionadas (falseamiento documental) del que ha sido objeto el Libro Becerro en umbrales de tiempo (temporalidad) desde finales del siglo XVIII y a todo lo largo de los siglos XIX y XX, cuando han buscado metamorfosear radicalmente el corpus documental en su contenido, su significación y su valor jurídico a través de a) transvaloraciones (la interpretación a mal hacer –intencionada- del documento público o Contrata de Poder firmado en 1657 como un título de propiedad territorial municipal), b) interpolaciones (inserción, en copia o compulsa del documento mencionado efectuada en 1878, de un pasaje que refiere unos supuestos límites de los términos y jurisdicción de la ciudad colonial, un título inventado y la omisión de la letra “l” en la palabra traslado para hacerla parecer como trasado), c) textualizaciones exitosas (o la difusión del documento falseado en impresiones manuscritas y editadas –seguramente para legalizar e institucionalizar la propiedad de un extenso territorio de tierras de propios-), y d) finalmente, cartografiando del pasaje interpolado? ¿enmascarar los originales u hojas sueltas.” (Lugo, 2005)
Con el trabajo de la profesora Yariesa Lugo Marmignon (Profesora Titular de la ilustre Universidad de los Andes-Táchira) queremos puntualizar que no sólo necesitamos una historia erudita sino además una historia crítica.
II Parte.
La performatividad de
Debo recordar que esta tendencia peligrosamente se generaliza, hace un año manifesté mi nota de protesta cuando se vulneró la estatua del admirante genovés Cristóbal Colón, en
Igualmente he manifestado mi inconformidad cuando se manipula el imaginario social bolivariano, porque Bolívar no es el hombre que existió históricamente, sino que ha pasado a formar parte del cemento fundacional de la patria, y en ese sentido, es un imaginario colectivo que debe respetarse y no ser administrado políticamente para manipular a las masas. (Cfr.
Este es otro de los testimonios que quisiera ofrecer a Congreso de Culturas Silenciadas para testimoniar la performatividad, matices y enfoques que adoptan las estructuras de dominación que pretenden silenciar la cultura venezolana. Unas veces, a través de la destrucción de los archivos y las obras escritas; y otras, a través de la destrucción y banalización de sus símbolos.
Permítaseme recordar un llamado moralizador realizado, en este mismo tenor, por don Guillermo Morón (Expresidente de
Quiero manifestar que me sumo al llamado del Dr. Morón, y me permito recordar nuestra responsabilidad a los ilustres académicos de
Por eso tenemos que reconocer que en parte somos responsables por el BIBLIOCIDIO, porque nuestra actitud no ha sido precisamente la más idónea; incluso quienes hicieron el BIBLIOCIDIO han pasado por las universidades e instituciones culturales. Por eso una vez más la vida raspa a la escuela y a la universidad. Esta tragedia que hoy sufrimos nos la anunciaba Mario Briceño Iragorry, cuando escribió "Pueblo que no aspira a perpetuar sus signos a través de las generaciones futuras es pueblo todavía sin densidad histórica o colectividad ya en decadencia." (Briceño-Iragorry, 1972:79)
El BIBLIOCIDIO nos confirma como un pueblo sin densidad histórica, porque no hemos perpetuado los signos a través de las generaciones futuras; somos un pueblo sin densidad histórica porque no logramos preservar el único legado que nos quedaba. Ni siquiera el hombre de primitivo destruyó sus signos que deban fe su existencia, ahí están en las cuevas de Lascaux; y nosotros, en tan solo una generación hemos destruido las dos piezas más relevantes de la cultura gritense: una, la edificación del antiguo Seminario Kermaria, destruido en la década del ochenta del siglo pasado; y la otra, el BIBLIOCIDIO del Archivo Histórico de Las Grita, que evidenciamos hoy.
Quisiera finalizar con un texto de Samir Sánchez quien manifestaba en una oportunidad: "En este país, brutalmente mnemocida, en el cual si se intentara escrutar, no el rostro, sino tan sólo, algún rastro tangible de sus recuerdos, con seguridad nos perderíamos en una espesa niebla, en una desolación sin nombre. Monumentos, edificaciones históricas, valores humanos y culturales, historia, todo sucumbe cuales muros de Jericó ante el sonido de las trompetas de la incuria, la indiferencia y la desidia."(Sánchez, 2004:60)
BIBLIOGRAFÍA
Bloch, M. (1986) Apología de
Briceño-Iragorry, M. (1990) Obras Completas. Caracas: Comisión Presidencial.
Briceño-Iragorry, M. (1972) Mensaje sin destino. Caracas: Monte Avila.
Brito Figueroa, F. (1993)
Cervantes, M. (2004) Don Quijote de
Chartier, R. (1999) El Mundo como Representación. Barcelona:Gedisa.
Le Goff, J. (1991) El Orden de
Le Goff , J., Nora, P. (1980) Hacer
Lugo Marmignon, Y. (1997) El Becerro de
Lugo Marmignon, Y. (2005) “Bibliocidio contra el Libro Becerro de
Sánchez, S. (2004) Urbs Quadrata. San Cristóbal: UCAT
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